"Vivir en el desierto es infinitamente más duro de lo que había imaginado"

No pudo llegar a Gouro por un problema estomacal. Sin embargo, si hay algún miembro
de la expedición que vivió en sus propias carnes la dureza del desierto, ése fue el Concejal del Ayuntamiento de Erandio, David Herrero.

Él mismo sufrió el aislamiento de una población que, en caso de enfermar o tener algún inconveniente a la hora de dar a luz, puede tardar, con suerte, más de un día en llegar a Faya, capital de la parte norte del Chad. Todo esto suponiendo que cuenten con un vehículo.

Por ello, David Herrero sabe que se quiere involucrar a fondo para ayudar a una población que no tiene a quién pedirle ayuda. Y a la que, además, el proceso de desertificación, generado tanto por el cambio climático como por la acción del hombre, le está obligando a emigrar como único modo de asegurar su supervivencia.



Cómo te adhieres a este proyecto y, sobre todo, en qué piensas para decidir viajar al norte del Chad.
Conocí a la ONG Nazioarteko Elkartasuna- Solidaridad Internacional a través de Carmen Díaz, compañera en el Ayuntamiento de Erandio. Desde el comienzo, las relaciones con el equipo que conduce la ONG han sido muy gratificantes. Además, personalmente estoy muy interesado en el mundo de la cooperación. Cuando conocimos la existencia de este proyecto decidimos poner en contacto al concejal de cooperación de este municipio con el equipo de Nazioarteko Elkartasuna- Solidaridad Internacional. Finalmente, el Ayuntamiento de Erandio contribuyó a la financiación y yo fui invitado por la ONG a viajar con ellos para conocer la problemática in situ.

No fue difícil tomar la decisión de viajar hasta allí. Como he citado anteriormente me interesa mucho el mundo de la cooperación y desde el principio lo entendí como una oportunidad única para conocer la realidad política, social y étnica de aquel país y, sobre todo, comprobar las condiciones de vida de sus gentes.

¿Cómo imaginabas que iba a ser aquello antes de la partida?
Cualquiera de nosotros, a través de los medios de comunicación a los que tenemos acceso, nos podemos hacer una idea, al menos superficial, de las condiciones de vida de países como el Chad. Lo cierto es que una vez que uno pone los pies en aquella tierra se da cuenta de que vivir allí es infinitamente más duro de lo que previamente había imaginado.

¿Con qué te encuentras?
Con la Pobreza en el significado más amplio de la palabra. Y con gente que no tiene ningún tipo de oportunidad por el mero hecho de haber nacido allí. Gente que, a su vez, sale adelante y lucha por sobrevivir.


Como concejal de Erandio en un partido de la oposición, ¿cómo planteas el proyecto y qué reacciones genera?
Este tipo de proyectos generan unión en todos los grupos políticos. Son proyectos de municipio y prueba de ello es que se ha llevado a cabo con la participación de todos los partidos, aunque en otros ámbitos estemos enfrentados.

¿Crees que están satisfechos con los resultados obtenidos?
Estoy seguro de ello. Creo que todos debemos estarlo. La Junta de Gobierno, los grupos en la oposición y todos los erandiotarras que, al fin y al cabo, son los que en realidad han financiado el proyecto. La idea de que un municipio obrero como Erandio destine parte de sus recursos a financiar proyectos para mejorar, en la medida de sus modestas posibilidades, las condiciones de vida de un pueblo como Gouro tiene mucho de pedagógico. Nosotros, la gente humilde del primer mundo podemos ayudar a salir adelante a la gente humilde del tercer mundo. ¿Quién mejor que nosotros?


¿Están concienciados los Ayuntamientos de la parte que les toca en lo que a la cooperación internacional se refiere?
Es difícil generalizar. La cooperación internacional descentralizada ha cobrado mucha importancia en los últimos años y eso hay que reseñarlo. Hay muchos ayuntamientos que destinan el 0,7% de sus presupuestos a este tema y algunos más. Pero es cierto que muchos otros no llegan. El grado de concienciación es muy heterogéneo.


Sé que estás muy ilusionado por trabajar en este proyecto y que Gouro no se quede en el olvido. ¿Cuál es tu labor a partir de ahora?
Mi labor es estar a disposición de Nazioarteko Elkartasuna- Solidaridad Internacional y del Ayuntamiento para loq ue pueda ser útil. Me encantará poder estar pendiente del proyecto y verlo evolucionar para que, finalmente, con los resultados obtenidos podamos ayudar a la gente de Gouro. Haré todo lo que esté en mi mano para que Gouro no quede en el olvido.


Debido al problema de estómago que viviste, pasaste varios días en Faya, la capital de la región Borkou-Ennedi-Tibesti (BET), al norte del Chad. ¿Cómo es la capital de la región?
Es cierto, tuve que pasar varios días en Faya recuperándome del estómago. Sinceramente, lo que me viene a la cabeza cuando pienso en aquellos días es el calor. Un calor asfixiante del que uno trataba, sin éxito, de refugiarse. Me parecía increible la fortaleza y el ritmo de vida que llevaban las gentes del lugar con temperaturas que rondaban los cincuenta grados y que suponían que cada paso que yo daba supusiera un esfuerzo inaudito.

Faya se encuentra ubicada en un oasis en mitad del desierto y es, además de la capital, la ciudad más grande de la región Borkou-Ennedi-Tibesti. Sin embargo, los servicios con los que cuenta son escasos. Por ejemplo, existe una consulta médica pero la carencia de recursos es tal que no creo que allí se pueda hacer mucho más que ofrecer ciertos consejos elementales. Por suerte, en la ciudad existe un cuartel militar francés, donde me consta que también se atienden las necesidades médicas de los habitantes de Faya. Por lo demás, la ciudad está muy viva, en comparación con el resto de poblaciones que nos encontramos en el trayecto, y existe bastante comercio, sobre todo de dátiles.

En una frase, ¿qué es para David Herrero el desierto del Sáhara?
Un territorio tan atrayente como peligroso, cuyos habitantes son héroes con una fortaleza y una dignidad asombrosas.


¿Cuáles crees que son las prioridades de la población?, ¿con qué se debería empezar?
Creo que las prioridades tienen que ver con cubrir las necesidades básicas. En Gouro, por ejemplo, cada vez es más complicado acceder al agua de los pozos que es, al fin y al cabo, la que garantiza la supervivencia de su agricultura. Esta situación podría paliarse, por un lado, con conocimientos y, por otro, poniendo a su disposición los medios técnicos adecuados. Diría que es la pescadilla que se muerde la cola, ya que si en la escuela no hay suficientes profesores es, entre otras cosas, por la inexistencia de infraestructuras que conecten el pueblo con núcleos más grandes de población. Y así va sucediendo con todo. Se trata de dar pequeños pasos que vayan posibilitando un desarrollo paulatino.

Una vivencia o imagen que no podrás olvidar...
La imagen de un hombre y su hija pequeña trabajando en el pastoreo de camellos, en mitad del desierto, a 50 grados de temperatura y cientos de kilómetros de la civilización.

1 comentarios:

Marcos Fernandez dijo...

Hola
Soy Marcos, te escribo desde tanzania, donde vivo actualmente.
Desde hace unos meses también estoy escribiendo un blog y quiero abrirlo a más personas, se titula DesdeAfrica.org. www.desdeafrica.org
Te escribo porque tus post me emocionan y me gustaría invitarte a que también publicases tus artículos en www.desdeafrica.org.
Evidentemente no te planteo que dejes de escribir en tu blog, sino que le des más difusión a tus artículos escribiéndolos también en www.desdeafrica.org.
Por supuesto no existe ningún tipo de censura para tus comentarios u opiniones ¿te animas?
Si te interesa, por favor envíame un e-mail a info@desdeafrica.org y te facilito usuario y contraseña para que empieces a publicar tus artículos.
Un abrazo y gracias

Publicar un comentario